viernes, 2 de julio de 2010

LA CULTURA DE MASAS: Significado sociológico


LA CULTURA DE MASAS
Significado sociológico





Una masa no es lo mismo que una multitud.
Los espectadores en un juego de fútbol son una multitud; los que observan el juego en casa por televisión son una masa.
Hoult define una masa como un número relativamente grande de personas, especialmente dispersas y anónimas, que reaccionan a uno o más de los mismos estímulos, pero actúan individualmente sin considerarse unos a otros. (1).
Rocke la definió, por su parte, como “Individuos fuera de su comunidad, expuestos a una caótica falta de relacionas de cualquier tipo, convertidos en rebaños nómadas, y perdidos hasta el punto de que ya no saben adónde pertenecen ni cual es su puesto en la sociedad, y que se divorcian más y más de sus lazos familiares, de su ocupación, de su vecindad, de su naturaleza y de la sociedad global”(2).
Las masas se caracterizan, siguiendo a Gonzalez-Anleo(3), por su irracionalidad y su falta de autonomía histórica, lo cual las hace presa fácil de todo tipo de manipulación.  Dentro de este contexto, Ortega y Gasset plantea su ya celebre “Rebelión de las Masas”, en la cual sostiene que la palabra masa no es un concepto cuantitativo y visible, como sí lo es la muchedumbre, sino que por el contrario es un concepto cualitativo y como tal, altamente complejo.
Afirma que la sociedad es siempre unidad dinámica de dos factores: minorías y masas. Las minorías son individuos o grupos de individuos especialmente cualificados. 
La masa es el conjunto de personas no especialmente cualificadas. 
Es el hombre en cuanto no se diferencia de otros hombres, sino que se repite en sí un tipo genérico. 
Masa es todo aquel que no se valora así mismo por razones especiales, sino que se siente “como todo el mundo” y, sin embargo no se angustia, se siente a sabor al sentirse idéntico a los demás. (4)
En una buena ordenación de las cosas públicas, la masa es la que no actúa por sí misma. 
Necesita referir su vida a una instancia superior, constituida por las minorías excelentes. 
Pretender la masa actuar por sí misma es, pues, rebelarse contra su propio destino. Por eso, Ortega y Gasset, habla de “La Rebelión de las Masas”. 
Vivimos bajo el brutal imperio de las masas, el cual representa una vertiente favorable en cuanto significa un fabuloso aumento de vitalidad y posibilidades, es decir, una subida de todo el nivel histórico. 
Pero esta rebelión no es del todo positiva, sino todo lo contrario.
En nuestro tiempo, según palabras del filosofo español, domina el hombre-masa, es él quien decide. 
Pero el hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyecto y va a la deriva. 
Por eso no construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes. 
Ahora bien, si el hombre-masa sigue dueño de Europa y es quien decide, bastarán 30 años para que nuestro continente retroceda a la barbarie. 
Porque la Rebelión de las Masas no es más que “la invasión vertical de los bárbaros”. (5)
Pero, Ortega y Gasset va más allá cuando afirma que el Estado contemporáneo, si bien es el producto más visible y notorio de la civilización, es, a la vez, el mayor peligro, porque Estado contemporáneo y masa coinciden en ser anónimos. 
El hombre-masa ve en el estado un poder anónimo y como él se siente a sí mismo anónimo - vulgo-, cree que el estado es cosa suya. 
Y, así, ante cualquier dificultad, conflicto o problema, el hombre masa tenderá a exigir que inmediatamente lo asuma el estado, que se encargue directamente de resolverlo con sus gigantescos e incontrolables medios. 
Este es el mayor peligro que hoy amenaza a la civilización. 
La estatificación de la vida, el intervencionismo del estado, la absorción de toda espontaneidad social por el estado.
El estatismo es la forma superior que toman la violencia y la acción directa de la masa constituida en norma. 
A través y por medio del estado, máquina anónima, las masas actúan por sí mismas y aplastando, con su accionar, toda la minoría creadora que las perturbe.
Aunque la tesis que maneja Ortega y Gasset sobre las masas es apocalíptica, tiene gran utilidad para comprender cuales son las características generales de este fenómeno social, su accionar, su concepción del mundo, etc.; todo lo cual es vital para poder realizar  con posterioridad un análisis real y acabado sobre el tema objeto de este trabajo: “la cultura de masas”.
Pero, las masas no surgen por generación espontánea, sino, por el contrario,  son múltiples los factores que coadyuvaron a su origen. Ortega y Gasset nos plantea que tres principios han hecho posible esta nueva realidad: la democracia liberal, la experimentación científica y el industrialismo. 
Toffler, con otros términos, afirma lo mismo.


(1)   Horton & Hunt, Sociología, Mc Graw- Hill, México, 1992, pág. 521.
(2)   Gonzales- Anleo, obra citada, pág. 198.
(3)   Gonzales- Anleo, obra citada, pag. 200.
(4)   Ortega y Gasset, obra citada, pág. 45.
(5) Ortega y Gasset, obra citada, pág. 77.

(Fuente:   COLEGIO UNIVERSITARIO DE PERIODISMO
“OBISPO TREJO Y SANABRIA”)

2 comentarios:

  1. Me gustó el artículo, gracias.

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  2. Muchas gracias,Marlene.Verás, no está escrito por mí, pero coincido plenamente con el texto.

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