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domingo, 30 de mayo de 2010

El amor desde una perspectiva científica-LA TEORÍA TRIANGULAR DEL AMOR DE ROBERT J. STERNBERG.(Mª Paz Calatayud Arenes)

El amor desde una perspectiva científica
  LA TEORÍA TRIANGULAR DEL AMOR DE ROBERT J. STERNBERG.



(Extracto de "Las relaciones de amor a lo largo del ciclo vital: cambios generacionales" por
Mª Paz Calatayud Arenes)

En nuestra opinión, la teoría más ampliamente apoyada en la realidad y
contrastada por ella es la formulada por Robert J. Sternberg (Sternberg, 1989,
2000) conocido por sus postulados acerca de la inteligencia humana. 
Este investigador reconoce que su interés hacia el estudio del amor surgió desde su
investigación sobre la inteligencia (reflexionando sobre la afirmación de Freud
de que los dos órdenes principales de la vida son el trabajo y el amor).
En su acercamiento a las relaciones amorosas, Sternberg trató de aplicar los
conocimientos que poseía sobre la naturaleza de la inteligencia humana.

En este sentido, se concentró en la distinción del amor como algo importante, 
una experiencia emocionalmente cargada y altamente positiva que no puede ser
analizada (es decir, como una experiencia unitaria e indiferenciada que no
puede ser separable, concepción del amor comparable a la posición de
Spearman con respecto a la inteligencia), como un muestrario de lazos
superpuestos, un conjunto de sentimientos, pensamientos y deseos que, al ser
experimentados simultáneamente, dan como resultado una compleja
experiencia, o como un conjunto de factores primarios, un conjunto estable y
limitado de sentimientos, pensamientos y deseos que tienen aproximadamente
la misma importancia dentro del sentimiento total que describimos como amor
(imitando a la concepción de Thurstone acerca de la inteligencia).

Los estudios de Sternberg sobre el amor se basan en cuestionarios (incluyendo
las escalas de Rubin sobre gustar, amar y el compromiso interpersonal; Rubin,
1970, 1973) que aportan gran número de datos en un período relativamente
breve. 
Estos datos obtenidos son numéricos y, por tanto, susceptibles de análisis
estadístico y de interpretación psicológica (confiriendo a esta metodología de
estudio la categoría de ser la más aceptable, a pesar de todas sus limitaciones en
cuanto a la sinceridad del encuestado o a su capacidad para expresar sus
sentimientos). 
Sobre el análisis de los resultados obtenidos, como expondremos
seguidamente, el amor podría definirse como un sentimiento global que puede
ser descompuesto en múltiples factores integrados, contribuyendo siempre
estos factores simultáneamente al sentimiento global (Sternberg, 1989, 2000).
Consideramos necesario indicar que los estudios de Sternberg se han
centrado en el amor heterosexual, dado que la inmensa mayoría de los sujetos
que han participado en sus investigaciones se declaraban heterosexuales y
mantenían relaciones amorosas de este tipo (no habiéndose generalizado sus
resultados al amor homosexual, por carecer de datos que lo confirmen o
desmientan).
Con respecto a la naturaleza del amor, Sternberg dilucida la estructura de
éste utilizando la técnica del análisis factorial, encontrando un factor general
específico para todas las relaciones amorosas, al que denomina comunicación
interpersonal, intercambio y apoyo (Sternberg, 1989, 2000). 
Ese factor general podía diferenciarse en conjuntos importantes,
tales como compatibilidad, intercambio, apoyo mutuo y crecimiento personal
Así pues, aunque el amor pueda ser sentido como una sola cosa, no lo es. 
Cuando uno experimenta amor, experimenta un gran conjunto de sentimientos, 
deseos y pensamientos que, en su totalidad, conducen a que la persona
llegue a la conclusión de que ama a alguien. 
Consecuentemente, los datos se correspondían más con el modelo de
Thomson que con el de Spearman y Thurstone (Sternberg, 1989, 2000).
Profundizando en sus investigaciones, Sternberg postula la existencia de
tres componentes en el amor: intimidad, pasión y compromiso 
(demostrándose que, muchos de los restantes aspectos del amor, 
al ser examinados detenidamente, son parte o manifestación de estos tres componentes). 
Podemos afirmar que estos ingredientes del amor se encuentran, 
generalmente, más allá de la época y del lugar 
(es decir, que, si bien no tienen el mismo peso en todas
las culturas, tienen al menos algún peso, manifestándose claramente en
cualquier época o lugar).
Con el término intimidad, Sternberg se refiere a aquellos sentimientos
dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo y la
conexión. Es decir, a las sensaciones que incluyen, al menos, estos diez
elementos:
- Deseo de promover el bienestar de la persona amada. El amante busca a
su pareja y procura promover su bienestar. Uno puede promover el
bienestar del otro a expensas de él mismo, pero con la expectativa de que
el otro actúe de igual forma cuando llegue el momento.
- Sentimiento de felicidad junto a la persona amada. El amante disfruta
estando junto a su pareja. Cuando hacen cosas juntos, lo pasan bien y
construyen un cúmulo de recuerdos con los que pueden contar en
tiempos difíciles. Más adelante, los buenos tiempos compartidos
inundarán la relación y la mejorarán.
- Gran respeto por el ser amado. El amante estima y respeta a su pareja.
Aunque el amante puede reconocer defectos en su pareja, esto no
disminuye la alta estima que le tiene.
- Capacidad de contar con la persona amada en momentos de necesidad.
El amante siente que su pareja está presente cuando la necesita. En
tiempos difíciles, el amante puede recurrir a su pareja y esperar que ésta
acuda.
- Entendimiento mutuo con la persona amada. Los amantes se entienden
mutuamente. Conocen sus puntos fuertes y débiles, y cómo responder al
otro de un modo que demuestre una genuina simpatía por los estados
emocionales de la persona amada. Cada uno sabe “de dónde viene” el
otro.
- Entrega de uno mismo y de sus posesiones a la persona amada. Uno
desea entregarse, y entregar su tiempo y sus posesiones a la persona
amada. Aunque no todas las cosas necesitan ser propiedad de ambos, 
los amantes comparten sus posesiones cuando surge la necesidad. Y, lo que
es más importante, se comparten ellos mismos.
- Recepción de apoyo emocional por parte de la persona amada. El amante
se siente apoyado y hasta renovado por la persona amada, especialmente
en momentos de necesidad.
- Entrega de apoyo emocional a la persona amada. El amante apoya a la
persona amada empatizando con ella, y apoyándola en momentos de
necesidad.
- Comunicación íntima con la persona amada. El amante es capaz de
comunicarse profunda y honestamente con la persona amada
compartiendo los sentimientos más íntimos.
- Valoración de la persona amada. El amante siente la gran importancia de
su pareja en el esquema de su vida.
Estos sentimientos no se experimentan de forma independiente, sino como
una sensación global (considerándose una cantidad suficiente de ella en función
de cada persona y situación).
La intimidad es un fundamento del amor que se desarrolla lentamente y
que es difícil lograr. Además, una vez que comienza a afirmarse, puede
comenzar a disminuir debido a la amenaza que constituye para la persona ver
mermada su independencia y autonomía
Así pues, el balance entre la intimidad y la autonomía es imprescindible 
en una relación amorosa exitosa.

Como pasión, Sternberg define el estado intenso de unión con el otro,
manifestado con la expresión de deseos y necesidades (como la necesidad de
autoestima, entrega, pertenencia, sumisión y satisfacción sexual).
La pasión tiende a interactuar fuertemente con la intimidad, y ambas suelen alimentarse
entre sí (pueden despertarse la una a la otra).
 Sin embargo, a veces se oponen,como es el caso de las relaciones que buscan 
mera satisfacción sexual.

Finalmente, Sternberg considera a la decisión y el compromiso como el
componente que mantiene la relación amorosa a través de los períodos difíciles,
dando confianza para volver a otros mejores. 
Consiste en dos aspectos, uno a corto plazo 
(la decisión de amar a una persona) y otro a largo plazo 
(el compromiso por mantener ese amor). Estos dos aspectos no necesariamente
tienen lugar simultáneamente, aunque, tanto temporal como lógicamente, la
decisión suele preceder al compromiso.

La decisión y el compromiso interactúan con la intimidad y la pasión,
pudiendo surgir de la combinación de ambos o viceversa (surgir la relación
íntima y el despertar pasional del compromiso). 
En este sentido, se considera muy relevante la visión que posee cada miembro 
de la pareja acerca de lo que significa acoplarse a alguien hasta concluir o alcanzar un objetivo, 
visiones que pueden no ser expresadas jamás y que, sin embargo, 
constituyen la base de gran parte de los problemas de las relaciones contemporáneas.
Según los postulados de Sternberg, cada uno de los componentes del amor
muestran diferentes propiedades. 
Así, mientras la intimidad y el compromiso tienden a ser estables, 
la pasión tiende a ser inestable y puede fluctuar de forma
imprevisible (Sternberg, 1989, 2000). 
En este sentido, podemos considerar que tenemos cierto grado 
de control consciente sobre nuestros sentimientos íntimos
(si somos conscientes de ellos), y un alto grado de control sobre el compromiso
que invertimos en la relación, pero poco control sobre la fuerza del despertar
pasional.  
Además, somos conscientes de la pasión que experimentamos, pero la
conciencia respecto de los componentes de intimidad y decisión-compromiso
puede ser altamente variable. 
Siguiendo con estas distinciones, la pasión depende en gran medida 
de la vinculación psicofisiológica, mientras que la
decisión-compromiso implica poca respuesta psicofisiológica, y la intimidad
requiere una cantidad intermedia.
De toda su reflexión, puede inferirse que la pasión juega un gran papel en
relaciones de corta duración (especialmente, románticas), mientras que la
intimidad sólo desempeña un papel moderado, y la decisión-compromiso
puede ser indiferente.
Por el contrario, en una relación de larga duración, la
intimidad y la decisión-compromiso se revelan como muy importantes, jugando
la pasión un papel moderado que puede declinar a través del tiempo
(Sternberg, 1989, 2000).
Estos son los presupuestos que hemos intentado contrastar en nuestra
investigación sobre el desarrollo del amor a lo largo de la vida.