miércoles, 12 de mayo de 2010

Terapia del perdón - Aprendiendo a perdonar los errores


TERAPIA DEL PERDÓN
Aprendiendo a perdonar los errores

La Real Academia de la Lengua Española define perdón como la remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente. 

Cuando escuchamos la palabra perdón asociamos siempre un culpable, dicha persona puede ser uno mismo o un tercero. 

 Parece que muchas veces resulta difícil perdonar a alguien pero ¿y cuando nos toca perdonarnos a nosotros mismos?, también es algo muy costoso.

Antes de ahondar en el tema deberemos tener claro que el perdonar es una opción y podemos tomarla o no, pero el no tomarla puede tener unas consecuencias no sólo negativas y dolorosas sino que pueden ser bastante permanentes en el tiempo ya que el rencor aflorará a medida que se aleja esta opción de perdón.

Existe una terapia denominada terapia del perdón la cual ha sido estudiada durante años por FLUVIUM, una organización que ha trabajado este tema y sigue haciéndolo.

Ellos nos dan una serie de pautas para poder conseguir el perdón y asimilarlo.

Para poder dar un paso hacia el perdón y no tener toda nuestra vida esos rencores que nos van minando, lo primero que se debe hacer es darte cuenta y reconocer que te han hecho daño, que te han tratado de forma injusta, pero esto no debe hacerse con rencor ni odio, sino mostrar ese dolor diciendo que estamos enfadados por esa causa, no recriminando, más bien informando. 

Una vez que pasemos esta fase, debemos tener claro si queremos perdonar o no ya que no deja de ser una opción personal donde no podemos sentirnos obligados a hacerlo ya que no perdonaremos, seguramente olvidaremos, excusaremos pero siempre tendremos dentro un sentimiento negativo hacia la persona que nos hirió.

Una vez hayamos decidido perdonar sin ningún tipo de dudas, nos pondremos en marcha para llegar a buen puerto.
El perdonar conlleva el retomar la confianza en la persona, esto lo deben realizar las dos partes, ayudarse el uno al otro porque es una tarea complicada el volver a recuperar la confianza.

La división que haremos de este proceso del perdón será:

  • reconocer que nos han hecho daño,
  • querer perdonar, proceso cognitivo, proceso emocional 
  • y por último seguir adelante con nuestra vida y el nuevo cambio que hemos realizado.

Ya pasadas las dos primeras fases llegamos al proceso cognitivo, aquí crearemos pensamientos dirigidos al perdón.
Para ayudar a que este proceso cognitivo sea más fácil de realizar, pensaremos en la persona como un todo, es decir, no sólo nos centraremos en lo que nos hizo sino que evaluaremos todo lo que ella significa ya que ha podido ser sólo un error que ha cometido o que determinadas circunstancias le han empujado a comportarse de la manera que lo hizo.

Se debe intentar ser lo más objetivo posible para poder llegar a entender lo que ha pasado y no cometer la injusticia de juzgarlo de por vida y que el dolor se nos enquiste el mismo tiempo.

Cuando realmente estemos seguros de creer firmemente lo que estamos pensando, pasaremos a verbalizar esos pensamientos a la persona que queremos perdonar.

Pasamos al proceso emocional, como sabemos que la máquina del tiempo no parece estar al alcance de nuestras manos para poder retroceder y evitar lo acontecido, debemos trabajar este nivel, ser capaces de sentir que hemos perdonado y que pasamos a una etapa nueva en nuestra vida con esa persona que nos hizo daño.
Cuando realmente se sintamos nos habremos quitado una gran carga de nuestro corazón y de nuestra cabeza.  
El dolor que nos haya producido será ya parte del pasado y nos habrá sido útil para aprender una lección que no olvidaremos.

(Fuente: www.psicologos-sur.com)

El maltrato psicológico:Un problema para las mujeres, no de las mujeres


El maltrato psicológico
Un problema para las mujeres, no de las mujeres

El maltrato psicológico se basa en comportamientos intencionados, ejecutados desde una posición de poder y encaminados a desvalorizar, producir daño psíquico, destruir la autoestima y reducir la confianza personal. 
Su padecimiento lleva a la despersonalización, al mismo tiempo que genera dependencia de la persona que los inflige. 
El maltratador se vale para ello de insultos, acusaciones, amenazas, críticas destructivas, gritos, manipulaciones, silencios, indiferencias y desprecios.
En la esfera de lo privado, aunque los hombres también lo sufren, las mujeres son las víctimas mayoritarias. Se produce asimismo en la relación de los padres con los hijos, en la que se ha detectado un incremento del maltrato de los hijos sobre sus progenitores, consecuencia de una educación cada vez más permisiva y del uso de la violencia en los conflictos del mundo de los adultos. 
En el ámbito público, el maltrato psicológico está presente en el mundo laboral, el conocido como "mobbing", y en el escolar, el llamado "bullying".

La mujer, principal víctima

Los malos tratos psicológicos son un fenómeno viejo. 
Lo que resulta novedoso es su denuncia como problema social. 
Los sufren mujeres de todas las edades, grupos sociales y económicos, culturas y países. 
Su gran incidencia, la gravedad de las secuelas, el alto coste social y económico, y en especial la degradación que produce la violación del derecho de las personas a ser tratadas como tales y al respeto que merece toda existencia humana los convierten en una cuestión de gran relevancia pública.
No son tan visibles ni manifiestos como los físicos.
De hecho, en muchas ocasiones la propia víctima no es consciente de ellos hasta que sufre una agresión corporal, pero sus consecuencias pueden ser más graves y duraderas en el tiempo.
En ocasiones, la propìa víctima no es consciente de estos maltratos hasta que es agredida físicamente

Las agresiones continuadas, tanto verbales como no verbales (el silencio, la indeferencia, los gestos...), crean una relación siniestra de dependencia entre el maltratador y la víctima. 
Ambos terminan necesitándose. 
La víctima porque sola siente que no es nadie y el miedo y la angustia la paralizan, y el maltratador porque se siente que es alguien a través de la dominación que ejerce. 
La situación de dependencia es tal que la víctima termina protegiendo y disculpando al maltratador. 
Recorre hasta ahí un proceso destructivo en el que va perdiendo la confianza en sí misma y la capacidad de respuesta, se va anulando y va interiorizando que de allí no se sale y abandona toda esperanza.

Poder asimétrico

En la raíz de la violencia contra las mujeres se evidencia la asimetría de poder que ha propiciado el sistema patriarcal y machista imperante, y que ha llevado a un abuso con la persona más desfavorecida en este esquema, la mujer. 
Por ello, los expertos inciden en no presentar el problema como si fuera "de las mujeres", ya que si bien son ellas quienes los sufren, se trata de una dificultad de la que los varones han de ser conscientes y deben trabajar por superarla.

*El psicoterapeuta Luis Bonino, especialista desde hace más de tres lustros en masculinidad y relaciones de género, ha elaborado una clasificación que identifica conductas para intentar conseguir la dominación:
  • intimidación.
  • Toma repentina del mando: tomar decisiones sin consultar, monopolizar.
  • La apelación al argumento de la lógica y la "razón" para imponer ideas o elecciones.
  • La insistencia abusiva, a fin de obtener por agotamiento lo que desea a cambio de un poco de "paz".
  • El control del dinero.
  • El uso expansivo del espacio físico.
  • La maternalización de la mujer, es decir, la creación de condiciones para que ésta dé prioridad al cuidado de las otras personas.
  • La manipulación emocional, que genera en la mujer dudas sobre sí misma y propicia sentimientos negativos y de dependencia.
  • Las descalificaciones que conllevan la indefensión.
  • La desautorización y desvalorización que generan sentimientos de inferioridad.
  • El paternalismo desde el que se trata a la mujer como si fuera una niña.
  • La falta de intimidad.
  • El distanciamiento. Las mentiras, el incumplimiento de promesas...
  • La autoindulgencia con la que elude el maltratador su propia responsabilidad.
  • El intento de generar lástima a través de comportamientos autolesivos o amenazas de suicidio.

Retrato de una mujer objeto de maltratos psicológicos

Síntomas y manifestaciones
  • Dolores de espalda y articulaciones.
  • Irritabilidad.
  • Cefaleas.
  • Insomnio.
  • Fatiga permanente.
  • Tristeza, ánimo deprimido y ganas de llorar sin motivo aparente.
  • Ansiedad y angustia.
  • Inapetencia sexual.
Actitud
  • Sensación de vergüenza.
  • Sentimiento de culpa.
  • Temor generalizado.
  • Mantenimiento de una mirada huidiza.
  • Dejadez social y escasez comunicativa: explicaciones vagas y confusas.
Señales de alerta de conductas de personas que evidencian o derivan hacia el maltrato psicológico

(Según el psiquiatra Murphy y O'Leary)

  • Ignora los sentimientos de la pareja.
  • Ridiculiza o insulta a las mujeres como grupo.
  • Ridiculiza o insulta la mayoría de los valores, creencias, religión, raza, herencia o clase de la pareja.
  • Utiliza su visto bueno, aprecio o afecto como castigo.
  • Continuamente le critica, le insulta o le grita.
  • Le humilla en privado y/o en público.
  • Rechaza mantener relaciones sociales en su compañía.
  • Controla el dinero y todas las decisiones.
  • Rechaza compartir el dinero o que usted trabaje.
  • No permite su acceso al dinero o a las llaves del coche u otros bienes.
  • Con frecuencia le amenaza con abandonarla o dice que se va.
  • Le amenaza con hacerle daño a usted o a su familia.
  • Castiga o maltrata a los niños cuando está enfadado con usted.
  • Amenaza con secuestrar o llevarse a los niños si usted lo abandona.
  • Abusa, tortura, mata a los animales domésticos para hacerle daño.
  • Le acosa con asuntos que él imagina que usted está haciendo.
  • Le manipula con mentiras y contradicciones.
  • Destruye los muebles, hace destrozos en las paredes o rompe útiles domésticos durante las discusiones con usted.
  • Maneja armas de forma amenazante.


(Fuente:http://revista.consumer.es/web/es/20050201/interiormente/)

Mi Declaración de Autoestima (Virginia Satir)


Mi Declaración de Autoestima
 
  (Virginia Satir)




Yo soy yo.
En todo el mundo no existe nadie exactamente igual a mí.
Hay personas que tienen aspectos míos,
pero en ninguna forma el mismo conjunto mío.
Por consiguiente, todo lo que sale de mí es auténticamente mío
porque yo sola lo elegí.

Todo lo mío me pertenece: mi cuerpo,
todo lo que hace;
mi mente, con todos sus pensamientos e ideas;
mis ojos, incluyendo todas las imágenes que perciben;
mis sentimientos, cualesquiera que sean: ira,alegría,
frustración, amor, decepción, emoción;
mi boca, y todas las palabras que de ella salen, refinadas, dulces, o cortantes,
correctas o incorrectas;
mi voz,fuerte o suave,
y todas mis acciones, sean para otros
o para mí.

Soy dueña de mis fantasías,
mis sueños,
mis esperanzas,
mis temores.
Son míos mis triunfos y mis éxitos,
todos mis fracasos y errores.
Puesto que todo lo mío me pertenece,
puedo llegar a conocerme intimamente.

Al hacerlo, puedo llegar a quererme
y sentir amistad hacia todas mis partes.
puedo hacer factible
que todo lo que me concierne funcione
para mis mejores intereses.
Sé que tengo aspectos que me desconciertan
y otros que desconozco.

Pero mientras yo me estime y me quiera,
puedo buscar con valor y optimismo soluciones para las incógnitas
e ir descubriéndome cada vez más.
Como quiera que parezca y suene,
diga y haga lo que sea,
piense y sienta en un momento dado,
todo es parte de mi ser.

Esto es real y representa el lugar que ocupo en ese momento del tiempo.
A la hora de un examen de conciencia, respecto de lo que he dicho y hecho,
de lo que he pensado y sentido,
algunas cosas resultarán inadecuadas.
Pero puedo descartar lo inapropiado,
conservar lo bueno
e inventar algo nuevo
que supla lo descartado.
Puedo ver, oír, sentir, decir, y hacer.
tengo los medios para sobrevivir,
para acercarme a los demás,
para ser productiva
y para lograr darle sentido y
orden al mundo de personas y
cosas que me rodean.
Me pertenezco y así puedo estructurame.
Yo soy yo y estoy bien.

(© Virginia Satir, 1975. "Mi declaración de autoestima".
                                     Found in Virginia Satir, Self Esteem, Celestial Arts: California, 1975)