lunes, 10 de mayo de 2010

Los Valores Humanos : Honestidad, Puntualidad y Responsabilidad (Alicia Morales)



Los Valores Humanos
Honestidad, Puntualidad y Responsabilidad
(Alicia Morales)





La honestidad
Es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia (dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma).
Ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, que, como nosotros, "son como son" y no existe razón alguna para esconderlo. Esta actitud siembra confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con la persona honesta.
La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad de decir la verdad) sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende de personas o consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable e imprescindible de reconocer.
Lo que no es la honestidad:
- No es la simple honradez que lleva a la persona a respetar la distribución de los bienes materiales.
La honradez es sólo una consecuencia particular de ser honestos y justos.
- No es el mero reconocimiento de las emociones "así me siento" o "es lo que verdaderamente siento".
-Ser honesto, además implica el análisis de qué tan reales (verdaderos) son nuestros sentimientos y decidirnos a ordenarlos buscando el bien de los demás y el propio.
- No es la desordenada apertura de la propia intimidad en aras de "no esconder quien realmente somos", implicará la verdadera sinceridad, con las personas adecuadas y en los momentos correctos.
- No es la actitud cínica e impúdica por la que se habla de cualquier cosa con cualquiera… la franqueza tiene como prioridad el reconocimiento de la verdad y no el desorden.
-Hay que tomar la honestidad en serio, estar conscientes de cómo nos afecta cualquier falta de honestidad por pequeña que sea…
 -Hay que reconocer que es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria.
Ser deshonesto es ser falso, injusto, impostado, ficticio.
La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca la sombra, el encubrimiento: es una disposición a vivir en la oscuridad.
La honestidad, en cambio, tiñe la vida de confianza, sinceridad y apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz, la luz de la verdad.
Puntualidad
El valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar adecuado.
El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar.
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza.
La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce con facilidad la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de planeación en nuestras actividades, y por supuesto de una agenda, pero, ¿qué hay detrás de todo esto?
Muchas veces la impuntualidad nace del interés que despierta en nosotros una actividad, por ejemplo, es más atractivo para un joven charlar con los amigos que llegar a tiempo a las clases; para otros es preferible hacer una larga sobremesa y retrasar la llegada a la oficina. El resultado de vivir de acuerdo a nuestros gustos, es la pérdida de formalidad en nuestro actuar y poco a poco se reafirma el vicio de llegar tarde.
En este mismo sentido podríamos añadir la importancia que tiene para nosotros un evento, si tenemos una entrevista para solicitar empleo, la reunión para cerrar un negocio o la cita con el director del centro de estudios, hacemos hasta lo imposible para estar a tiempo; pero si es el amigo de siempre, la reunión donde estarán personas que no frecuentamos y conocemos poco, o la persona –según nosotros- representa poca importancia, hacemos lo posible por no estar a tiempo, ¿qué mas da...?
Para ser puntual primeramente debemos ser conscientes que toda persona, evento, reunión, actividad o cita tiene un grado particular de importancia.
Nuestra palabra debería ser el sinónimo de garantía para contar con nuestra presencia en el momento preciso y necesario.
Otro factor que obstaculiza la vivencia de este valor, y es poco visible, se da precisamente en nuestro interior: imaginamos, recordamos, recreamos y supuestamente pensamos cosas diversas a la hora del baño, mientras descansamos un poco en el sofá, cuando pasamos al supermercado a comprar "sólo lo que hace falta", en el pequeño receso que nos damos en la oficina o entre clases... pero en realidad el tiempo pasa tan de prisa, que cuando "despertamos" y por equivocación observamos la hora, es poco lo que se puede hacer para remediar el descuido.
Un aspecto importante de la puntualidad, es concentrarse en la actividad que estamos realizando, procurando mantener nuestra atención para no divagar y aprovechar mejor el tiempo.
Para corregir esto, es de gran utilidad programar la alarma de nuestro reloj o computadora (ordenador), pedirle a un familiar o compañero que nos recuerde la hora (algunas veces para no ser molesto y dependiente), etc., porque es necesario poner un remedio inmediato, de otra forma, imposible.
Lo más grave de todo esto, es encontrar a personas que sienten "distinguirse" por su impuntualidad, llegar tarde es una forma de llamar la atención, ¿falta de seguridad y de carácter?
Por otra parte algunos lo han dicho: "si quieren, que me esperen", "para qué llegar a tiempo, si...", "no pasa nada...", "es lo mismo siempre".
Estas y otras actitudes son el reflejo del poco respeto, ya no digamos aprecio, que sentimos por las personas, su tiempo y sus actividades
Para la persona impuntual los pretextos y justificaciones están agotados, nadie cree en ellos, ¿no es tiempo de hacer algo para cambiar esta actitud?
Por el contrario, cada vez que alguien se retrasa de forma extraordinaria, llama la atención y es sujeto de toda credibilidad por su responsabilidad, constancia y sinceridad, pues seguramente algún contratiempo importante ocurrió..
Podemos pensar que el hacerse de una agenda y solicitar ayuda, basta para corregir nuestra situación y por supuesto que nos facilita un poco la vida, pero además de encontrar las causa que provocan nuestra impuntualidad (los ya mencionados: interés, importancia, distracción), se necesita voluntad para cortar a tiempo nuestras actividades, desde el descanso y el trabajo, hasta la reunión de amigos, lo cual supone un esfuerzo extra -sacrificio si se quiere llamar-, de otra manera poco a poco nos alejamos del objetivo.
La cuestión no es decir "quiero ser puntual desde mañana", lo cual sería retrasar una vez más algo, es hoy, en este momento y poniendo los medios que hagan falta para lograrlo: agenda, recordatorios, alarmas...
Para crecer y hacer más firme este valor en tu vida, puedes iniciar con estas sugerencias:
- Examínate y descubre las causas de tu impuntualidad: pereza, desorden, irresponsabilidad, olvido, etc.
- Establece un medio adecuado para solucionar la causa principal de tu problema (recordando que se necesita voluntad y sacrificio): Reducir distracciones y descansos a lo largo del día; levantarse más temprano para terminar tu arreglo personal con oportunidad; colocar el despertador más lejos...
- Aunque sea algo tedioso, elabora por escrito tu horario y plan de actividades del día siguiente. Si tienes muchas cosas que atender y te sirve poco, hazlo para los siguientes siete días.
En lo sucesivo será más fácil incluir otros eventos y podrás calcular mejor tus posibilidades de cumplir con todo. Recuerda que con voluntad y sacrificio, lograrás tu propósito.
- Implementa un sistema de "alarmas" que te ayuden a tener noción del tiempo (no necesariamente sonoras) y cámbialas con regularidad para que no te acostumbres: usa el reloj en la otra mano; pide acompañar al compañero que entra y sale a tiempo; utiliza notas adheribles...
Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los demás la vida más agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en personas digna de confianza.
Responsabilidad
La responsabilidad (o la irreponsabilidad) es fácil de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el plomero que no hizo correctamente su trabajo, en el carpintero que no llegó a pintar las puertas en el día que se había comprometido, en el joven que tiene bajas calificaciones, en el arquitecto que no ha cumplido con el plan de construcción para un nuevo proyecto, y en casos más graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió o que utiliza los recursos públicos para sus propios intereses.
Sin embargo plantearse qué es la responsabilidad no es algo tan sencillo. Un elemento indispensable dentro de la responsabilidad es el cumplir un deber. La responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con lo que se ha comprometido.
La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental: la confianza. Confiamos en aquellas personas que son responsables.
Ponemos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen lo que han prometido.
La responsabilidad es un signo de madurez, pues el cumplir una obligación de cualquier tipo no es generalmente algo agradable, pues implica esfuerzo.
En el caso del plomero, tiene que tomarse la molestia de hacer bien su trabajo.
El carpintero tiene que dejar de hacer aquella ocupación o gusto para ir a la casa de alguien a terminar un encargo laboral.
 La responsabilidad puede parecer una carga, y el no cumplir con lo prometido origina consecuencias.
¿Por qué es un valor la responsabilidad?
 Porque gracias a ella, podemos convivir pacíficamente en sociedad, ya sea en el plano familiar, amistoso, profesional o personal.
Cuando alguien cae en la irresponsabilidad, fácilmente podemos dejar de confiar en la persona.
En el plano personal, aquel marido que durante una convención decide pasarse un rato con una mujer que recién conoció y la esposa se entera, la confianza quedará deshecha, porque el esposo no tuvo la capacidad de cumplir su promesa de fidelidad.
Y es que es fácil caer en la tentación del capricho y del bienestar inmediato.
 El esposo puede preferir el gozo inmediato de una conquista, y olvidarse de que a largo plazo, su matrimonio es más importante.
El origen de la irresponsabilidad se da en la falta de prioridades correctamente ordenadas.
Por ejemplo, el carpintero no fue a pintar la puerta porque llegó su "compadre" y decidieron tomarse unas cervezas en lugar de ir a cumplir el compromiso de pintar una puerta.
El carpintero tiene mal ordenadas sus prioridades, pues tomarse una cerveza es algo sin importancia que bien puede esperar, pero este hombre (y tal vez su familia), depende de su trabajo.
La responsabilidad debe ser algo estable.
Todos podemos tolerar la irresponsabilidad de alguien ocasionalmente.
Todos podemos caer fácilmente alguna vez en la irresponsabilidad.
Empero, no todos toleraremos la irresponsabilidad de alguien durante mucho tiempo. La confianza en una persona en cualquier tipo de relación (laboral, familiar o amistosa) es fundamental, pues es una correspondencia de deberes.
Es decir, yo cumplo porque la otra persona cumple.
El costo de la irresponsabilidad es muy alto.
Para el carpintero significa perder el trabajo, para el marido que quiso pasarse un buen rato puede ser la separación definitiva de su esposa, para el gobernante que usó mal los recursos públicos puede ser la cárcel.
La responsabilidad es un valor, porque gracias a ella podemos convivir en sociedad de una manera pacífica y equitativa.
La responsabilidad en su nivel más elemental es cumplir con lo que se ha comprometido, o la ley hará que se cumpla.
 Pero hay una responsabilidad mucho más sutil (y difícil de vivir), que es la del plano moral.
Si le prestamos a un amigo un libro y no lo devuelve, o si una persona nos deja plantada esperándole, entonces perdemos la fe y la confianza en ella.

La pérdida de la confianza termina con las relaciones de cualquier tipo: el chico que a pesar de sus múltiples promesas sigue obteniendo malas notas en la escuela, el marido que ha prometido no volver a emborracharse, el novio que sigue coqueteando con otras chicas o el amigo que suele dejarnos plantados.

Todas estas conductas terminarán, tarde o temprano y dependiendo de nuestra propia tolerancia hacia la irresponsabilidad, con la relación.
Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestra acciones y decisiones.
Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.
Los valores son los cimientos de nuestra convivencia social y personal.
La responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de nuestras relaciones.
La responsabilidad vale, porque es difícil de alcanzar.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra responsabilidad?

El primer paso es percatarnos de que todo cuanto hagamos, todo compromiso, tiene una consecuencia que depende de nosotros mismos. Nosotros somos quienes decidimos.
El segundo paso es lograr de manera estable, habitual, que nuestros actos correspondan a nuestras promesas. Si prometemos "hacer lo correcto" y no lo hacemos, entonces no hay responsabilidad.
El tercer paso es educar a quienes están a nuestro alrededor para que sean responsables.

La actitud más sencilla es dejar pasar las cosas: olvidarse del carpintero y conseguir otro, hacer yo mismo el trabajo de plomería, despedir al empleado, romper la relación afectiva.
Pero este camino fácil tiene su propio nivel de responsabilidad, porque entonces nosotros mismos estamos siendo irresponsables al tomar el camino más ligero.
¿Qué bien le hemos hecho al carpintero al despedirlo?
¿Realmente romper con la relación era la mejor solución?
 Incluso podría parecer que es "lo justo" y que estamos haciendo "lo correcto". Sin embargo, hacer eso es caer en la irresponsabilidad de no cumplir nuestro deber y ser iguales al carpintero, al gobernante que hizo mal las cosas o al marido infiel.
¿Y cual es ese deber?
La responsabilidad de corregir.
El camino más difícil, pero que a la larga es el mejor, es el educar al irresponsable. ¿No vino el carpintero?
Entonces, a ir por él y hacer lo que sea necesario para asegurarnos de que cumplirá el trabajo.
¿Y el plomero?
 Hacer que repare sin costo el desperfecto que no arregló desde la primera vez. ¿Y con la pareja infiel?
Hacerle ver la importancia de lo que ha hecho, y todo lo que depende de la relación. ¿Y con el gobernante que no hizo lo que debía?
Utilizar los medios de protesta que confiera la ley para que esa persona responda por sus actos.
Vivir la responsabilidad no es algo cómodo, como tampoco lo es el corregir a un irresponsable.
 Sin embargo, nuestro deber es asegurarnos de que todos podemos convivir armónicamente y hacer lo que esté a nuestro alcance para lograrlo.
¿Qué no es fácil?
Si todos hiciéramos un pequeño esfuerzo en vivir y corregir la responsabilidad, nuestra sociedad, nuestros países y nuestro mundo serían diferentes.
Sí, es difícil, pero vale la pena.


(Por Alicia Morales)

El poder de la Autoestima según Nathaniel Branden

EL PODER DE LA AUTOESTIMA
según Nathaniel Branden


El hombre se ha considerado un animal racional, pero podemos efectuar elecciones racionales como irracionales ya que somos los únicos seres de hacer un juicio valorativo ético de las cosas y luego elegir la mejor, por lo que debemos decir que nuestras decisiones afectan nuestra autoestima ya que estas tiene consecuencias importantes para nuestra vida.

Por lo que el hombre debe tener un correcto manejo de lo que es la conciencia, la responsabilidad y las elecciones morales

Hay que decir que la autoestima no es un don gratuito que sólo necesitamos pedir.

Su posesión a través del tiempo representa un logro, ya que esta debe ser auténtica.

La autoestima es una experiencia íntima; habita en mi alma.

Ya que es lo que yo siento y lo que pienso a mi mismo, jamás debe ser lo que llegue a pensar cualquier otra persona respecto  de mí. 

Ahora bien alcanzar el éxito sin alcanzar una autoestima positiva es condenarse a sentirse un impostor que espera ansiosamente ser descubierto.

Pues bien, la aclamación no es autoestima, ya que aunque las personas nos aclamen no crea nuestra autoestima, ni el conocimiento, las aptitudes, ningunos de éstos  nos va a crear la autoestima.

El orgullo consciente que se origina por determinadas causas, se refiere al placer que llegamos a veces a sentir, en donde entra el llamado Puedo y el Lo he hecho, el auténtico orgullo no tiene nada en común con la jactancia, la vanagloria o la arrogancia.

Esta proviene de una raíz opuesta, ya que se puede decir como el premio emocional al logro.
Ahora bien, en lo que se refieren a nuestras acciones y comportamientos, nuestra autoestima depende, en gran medida, de lo que queremos hacer.

El autor utiliza el término volitiva porque existen razones para creer que venimos a este mundo con ciertas diferencias hereditarias que facilitan o dificultan el alcanzar una autoestima positiva, y hay que tomar en cuenta que la educación también es importantísimo.

¿Cómo se manifiesta la autoestima positiva?
  •  Con un rostro, actitud, manera de hablar y de moverse que refleja el placer que sentimos de estar vivos.  
  • Serenidad al hablar de los logros y fracasos directa y honestamente, ya que tenemos una relación amistosa con los hechos, 
  • Comodidad al dar y recibir cumplidos, expresiones de afecto, aprecio, etcétera, 
  • Apertura a las críticas y comodidad para reconocer errores porque nuestra autoestima no está atada a una imagen de "perfección".(Nuestras palabras y acciones tienden a ser serenas y espontáneas porque no estamos en guerra con nosotros mismos)
  • Armonía entre lo que decimos y hacemos y nuestro aspecto y gestos. 
  • Una actitud abierta y curiosa hacia las ideas, experiencias y posibilidades de vidas nuevas.( Si surgen sentimientos de ansiedad o inseguridad, es menos probable que nos intimiden o abrumen, ya que no suele ser difícil aceptarlos, dominarlos y superarlos.)
  • Capacidad para gozar los aspectos humorísticos de la vida 
  • Flexibilidad para responder situaciones y desafíos 
  • Comodidad con un actitud positiva en nosotros mismos y en los demás.
  • Capacidad para preservar la armonía y dignidad en condiciones de estrés.

Hay que hacer un énfasis, ya que como dice el autor  no es posible tener demasiada autoestima, ya que no la debemos confundir con otros aspectos, porque las personas que tienen una autoestima alta se alegran de ser como son, no de ser mejores que otra persona.

En ocasiones, en los espíritus  menos seguros,se engendra resentimiento, lo cual se traduce en las actitudes que las personas con problemas en su autoestima  asumen: se llegan a sentir incómodas ante la presencia de personas que no lo padecen y por lo tanto presumen de que tienen mucha autoestima pero ellos sólo se engañan.

Se necesita vivir con integridad consciente y responsable.

 La necesidad de la autoestima surge del hecho de que el funcionamiento de nuestra conciencia es volitivo, dependen de nuestra voluntad y nos harán capaces para afrontar los desafíos de la vida,

Este es el tema de la adecuación fundamental de la vida y, en consecuencia, se supeditan a las operaciones mentales que yacen detrás de nuestro comportamiento, pero debemos recordar siempre que somos seres bio-psico-sociales.

El autoestima como menciona el libro se refleja "la voluntad de ser eficaz". 

El concepto de ser eficaz es una ampliación del concepto de  comprender.

Esto es,  en la perseverancia frente a las dificultades: continuar intentando comprender aún cuando resulta difícil; querer llegar a dominar una aptitud o la solución de un problema frente a las derrotas.

La Autoaceptación está implícita en la autoestima.

Los individuos con una autoestima positiva tienden a evitar caer en una relación de enemistad con ellos mismos.

Al referirse a la Autoaceptación no necesariamente significa la falta de deseos por cambiar, mejorar, evolucionar, no es conformidad.
La autoaceptación incondicional nos lleva al conocimiento de que existe un nivel más profundo en el que necesitamos comprender la autoaceptación.

Ahora bien, la autoaceptación facilita el cambio.

El poder de la responsabilidad es muy importante : nosotros somos responsables en nuestras elecciones y acciones, por lo que es  voluntad y responsabilidad son indispensables para la construcción de una autoestima positiva.

El poder de la autoestima en el lugar de trabajo
Esto se refiere que la autoestima puede ser un recurso psicológico ya que nos ayuda a afrontar desafíos del futuro, y el lugar de trabajo es en donde empieza a verse claramente la autoestima que tenemos, y reconocer que la autoestima juega un papel importante en los aspectos psicológicos.

Primero debemos tener confianza en nosotros mismos ya que sin este recurso los procesos intelectuales y si desconfiamos de nosotros mismo podemos caer en muchas contrariedades.

La capacidad de tomar decisiones, y esto va dirigidos a empresarios, en diversas situaciones para mejorar la producción y ser mejores, pero debemos siempre tener pautas para tomar decisiones.

El acercarse a los demás con espíritu benevolente es otro punto importante ya que las personas que están felices de ser como son, que confían en si mismas y que están en paz con ellas mismas son libres emocional y psicológicamente para acercarse a los demás con espíritu benevolente.

Es interesante tomar en cuenta sobre los que hizo Watterman, un psicólogo de Nueva Jersey, ya que este realizó una amplia revisión de toda la literatura que existe acerca de la cooperación social, y que los resultados eran positivos.

 Sentir una marca diferencial y la competencia:
  
Es una seguridad interna, esta deriva de confiar en los propios procesos mentales, no de basar en sentimientos en resultados que no dependen de nosotros mismos.

La autoestima nos ayuda incrementar a la capacidad de aprender y nos impulsa a expectativas de éxito, ésto siempre y cuando debamos de modo responsable, manejar metas ,exigiendo, desafiando y tomando en cuenta que no hay atajos en la construcción de  la autoestima,no podemos engañar a la realidad y la autoestima la proveemos  nosotros mismos, por lo cual  allí es auténtica.

jueves, 6 de mayo de 2010

El Síndrome de Peter Pan II ¿Te reconoces como Peter Pan?



El Síndrome de Peter Pan II

¿Te reconoces como Peter Pan?


  • Peter Pan posee el deseo interno de ser cuidado, que sus demandas sean satisfechas, y da por sentado que los demás se encargarán de todo eso. Se sorprende y se enfada si no es así. Además sus necesidades son apremiantes, no se pueden postergar.
  • Peter Pan no cree que tenga la obligación de contribuir a amar, dar o hacer. Mas bien su inquietud se concreta en recibir, pedir y criticar.
  • No está hecho para la vida adulta, no puede cumplir promesas, mantener un trabajo, una pareja, una casa porque no se puede comprometer. Está comprometido con el no-compromiso. Nada puede obstaculizar su libertad.
  • Las necesidades básicas de Peter Pan suelen ser cubiertas por otra persona. Esa otra persona acostumbra a ser alguien a quien le gusta cuidarlo. Aunque esa otra persona siente un cierto malestar por el abuso, no hace nada al respecto para no provocar conflictos a Peter.
  • Peter Pan no se responsabiliza de sus emociones, siempre cree que el otro es el responsable de sus sinsabores y contrariedades.
  • Peter está centrado en sí mismo, sus disgustos, su rabia, su desaliento, su estrés, su trabajo excesivo...
  • El papel de la persona que cuida a Peter puede estar encarnado por una madre, una hermana, un padre o una esposa, la pareja que sustituye a la madre.

¿La reconoces como Wendy?


  • Cuando habla de su familia suele decir que tiene tres hijos, su marido y los dos niños.
  • Le gusta sentirse imprescindible.
  • Cree que el amor es sacrificio y resignación.
  • Se vive excusando contigo.
  • Justifica continuamente tu mal comportamiento e informalidad ante los demás.
  • Evita a toda costa que te enfades.
  • Siempre te está pidiendo perdón.
  • Intenta continuamente hacerte la vida agradable.
  • Te hace psicoterapia y fisioterapia cuando vienes del trabajo.
  • Insiste en hacer cosas por ti. Va a la tintorería, al gestor, al banco, a pagar impuestos, a comprar el regalo de tu secretaria y te hace, sin protestar, todas tus tareas aburridas o incómodas.
  • Respeta tus espacios y tus salidas con los amigos sin discutir.

¿Eres recuperable?


  • Aprende a tolerar las frustraciones sin hacerte la víctima.
  • Preocúpate por el bienestar de las personas que amas.
  • Escucha activamente los problemas de los demás.
  • Acepta la pérdida de privilegios que comportan los compromisos.
  • Entiende que al tomar una decisión, siempre hay una desventaja que asumir.
  • Todos somos responsables de nuestras propias emociones. No son los demás que nos hacen enfadar, somos nosotros que nos enfadamos.
  • Establece relaciones más equitativas con las personas, no les pidas aquello que no eres capaz de dar.
  • Dar las gracias no significa rebajarse ante los demás. Ten en cuenta que nadie nació con la obligación de servirte.


(Fuente: Psicología Portal Cantabria.es)

El Síndrome de Peter Pan: Cuando los seres humanos no quieren crecer


El Síndrome de Peter Pan:
Cuando los seres humanos no quieren crecer


Peter Pan, el popular personaje de James M. Barrie, habita en la tierra de "Nunca Jamás". Un mundo donde el tiempo no pasa y sólo los niños pueden entrar. Junto a su inseparable Wendy, juegan a ser la pareja parental de los "niños perdidos", pero Peter no soporta la prueba y se alivia cuando aquella le confirma que no, no son sus hijos, ni él su padre. 
Esta metáfora llevó a Dan Kiley a publicar en 1983 las primeras letras sobre las personas que no saben renunciar a ser hijo para empezar a ser padre.
El héroe volador de Barrie describe un rasgo fundamental del desarrollo de cualquier ser humano. 
Esto es, la crisis de crecimiento entre el refugio en la fantasía, la "atemporalidad" o la evitación del dolor de las pérdidas, frente a la mayor asunción de la realidad, la elaboración de la pérdida y el dolor psíquico que abra un camino a la madurez del individuo,no es una cuestión de edad.

Existen ejemplares de 30, 40, 50, 60 años y los hay que mueren siendo Peter Pan, a pesar de la infatigable inversión que dedican a soslayar la vejez.
El psicólogo norteamericano Dan Kiley denominó como Síndrome de Peter Pan al conjunto de rasgos que tiene aquella persona que no sabe o no puede renunciar a ser hijo para empezar a ser padre.
El hombre/niño que se resiste a crecer es incapaz de cuidar y proteger a nadie así como de intercambiar papeles igualitariamente en el contexto de una pareja.
Exhibe un desfase patológico entre su edad cronológica y su madurez afectiva.
Hombres que presumen de joviales, simpáticos, alma de las fiestas, deportistas, aplicados seductores de jovencitas a edades notoriamente inadecuadas, con frecuencia no son más que "peter panes" afectivamente inmaduros y promotores de mucha desdicha en las relaciones de pareja.
Se trata de hombres que no han aprendido la diferencia entre haber crecido y ser adultos.
Por otra parte, el complejo o dilema de Wendy, señalado por Dan Kiley cuando habla de la actitud maternal, se refiere al papel de Wendy en la historia de Peter Pan, que representa un modelo de la mujer que a falta de controlar su propia vida hace esfuerzos por controlar la de su pareja a través de un papel maternal.
Pese a ser un problema que se produce en ambos sexos y a todas las edades, el síndrome de Wendy es mucho menos frecuente.
Resistirse a adquirir las responsabilidades que conlleva entrar en la etapa adulta, además de producir desequilibrios personales, puede derivar en serios problemas a la hora de que una relación de pareja funcione.
Compartir un proyecto de vida en común con alguien que es incapaz de sacrificar o apartar los placeres de la juventud para poner todo lo que tiene para conseguir unas metas, no siempre fáciles, pero necesarias, a parte de producir insatisfacción, acaba convirtiéndose en un lastre a la hora de luchar por conseguir esos objetivos.
Ante la imposibilidad de encontrar la fuente de la eterna adolescencia, parte de los hombres de la sociedad actual han optado por anclarse en una juventud que si bien no es física, sí les garantiza la psicológica y la comodidad de afrontar el día a día sin ir más allá, una especie de Carpe Diem cuya problemática aumenta proporcionalmente con la edad física del individuo.

Se trata sin duda de una dulce tentación entre la juventud y la madurez, entre el País de Nunca Jamás y el mundo real.
El primero siempre resulta más atractivo y tentador, pero llegada la hora, hay que tomar el toro por los cuernos y saber dar el paso de un estado a otro.

El Peter Pan actual

Por mucho que pueda pesar, el paso del tiempo es ineludible y nadie escapa a él, ni siquiera estos Peter Pan modernos. Su comportamiento sigue siendo como el de un adolescente.
Pese a su sonrisa casi imperecedera y a tratarse de personas muy divertidas y con unas inmensas ganas de disfrutar de todo los aspectos de la vida, tras esa apariencia se esconde alguien tremendamente inseguro con un terrible miedo a la soledad.
Esa inseguridad también se plasma en el campo afectivo.
A pesar de una aparente seguridad en sí mismos, son personas que necesitan grandes dosis de afecto y la necesidad de una mujer a su lado que se lo pueda ofrecer.
Sin embargo, pese a esta dependencia, cuando la relación se torna en algo más serio y empieza a requerir dosis cada vez más altas de compromiso y responsabilidad, se asusta y acaba produciendo la ruptura de la pareja.
Esto es una de las causas de que cambien continuamente de pareja, buscando incluso chicas más jóvenes, que impliquen menos planes de futuro y a su vez puedan contagiarse de su inmadurez
En el caso de coincidir en una pareja un Peter Pan y una Wendy, es posible que con el paso del tiempo cada uno acabe en la casa de sus padres.

¿Y si se le olvida volar?
Si al nuevo Peter Pan todo le sale bien, disfrutará durante muchos años, pero llegará un momento de reflexión donde comenzará su crisis.
Aunque él goce de éxito profesional y económico, se da cuenta de que en su vida no hay nada estable ni firme.
Durante el tiempo que se está bajo este síndrome, se vive con vistas a muy corto plazo, la persona se siente insatisfecha con lo que le rodea pero no hace nada para solucionarlo.
Su búsqueda de satisfacción en cada momento, le puede hacer recurrir al alcohol y las drogas como forma instantánea de obtenerla.
Buscan siempre la culpabilidad de todo lo que sucede a su alrededor en los demás, sin que nunca se sienta realmente parte del problema, y ni siquiera de la solución.

Atreverse a crecer
Ante todo, el Peter Pan tendría que concienciarse de que tiene un problema.
Muchos de ellos se tienen por encantadores y no llegan a la autocrítica necesaria para ver que están abusa
ndo de los demás. 

Creen que con su presencia basta.
Sin embargo, ellos son los más perjudicados por la soledad en la que desemboca su vida.
Sus amigos son superficiales y circunstanciales y sus amores, al final de la vida, son interesados y falsos. 
No pueden desarrollar relaciones amistosas o afectivas sólidas.
Si reconoces que tienes estas características, aún estás a tiempo de cambiar algunos comportamientos que podrían dificultar la formación de vínculos afectivos maduros.
Aunque también es cierto que muchas madres, novias y esposas tendrían, asimismo, que dejar de producir “peter panes”.
Nunca se acabarán los Peter Pan en este mundo, mientras sigan existiendo las Wendy...
(Fuente: Psicología Portal Cantabria.es)

miércoles, 5 de mayo de 2010

La mentira en la pareja.( sobre textos de www.elamordela pareja.com)

La mentira en la pareja
( sobre textos de www.elamordela pareja.com)


En la vida uno siempre se encuentra en situaciones en la que ¿se debe de mentir?, ¿cuando mentir es mejor? ¿la mentira es una sola o existen tipos de mentira? ¿mentir o callar? y cuáles son las consecuencias de la mentira en una relación de pareja.

Siempre estaremos en posición de elegir mentir o decir la verdad, las mentiras ha sido
siempre algo inherente en el ser humano;siempre mentimos o hemos mentido alguna vez por diversas razones en algunas tan "inocentes" como decir a tu pequeño hijo que "viene el coco sino come toda su comida". Y sin duda se hará tan automático que muchas veces mentirás inconscientemente , después preferirás callar y no aclararlo.
En las relaciones de pareja, sin duda será también la mentira un bocado que se tiene que probar casi siempre, está en cada uno  hacer el esfuerzo para que mentir sea la ultima opción.

Para muchas personas es mejor mentir para evitar dar mayores explicaciones, otras se refugian en la mentira por inseguridad o timidez. En toda relación de pareja se debe actuar ,con la mayor sinceridad posible y  únicamente ,dependiendo de tu pareja, en ocasiones  es mejor callar.

Debemos primero ser sinceros con nosotros mismos, es decir frente a un hecho que nos ha pasado tenemos que meditarlo y llegar a la verdad, si fue un error enmendarlo y dejarlo atrás y dependiendo de tu relación de pareja y  de cuánto se conocen sabrás si es mejor callar o decir la verdad, y la mentira simplemente no tendrá lugar en tu relación.



A veces caemos en el error de mentir en situaciones de poca importancia, y que sumará a tus acciones que luego serán una carga pesada que nunca debiste de asumir.
Ahora lo ideal sería decir siempre la verdad aunque te cueste el puesto, la relación, la amistad, la reputación,  pero sino estás dispuesto a eso, es mejor callar a seguir acumulando mentiras.

La mentira ,en este artículo se he tratado en términos generales y de casos cotidianos para evitar esos pequeños dolores de cabeza o pequeñas rencillas en la relación de pareja.
En cada uno está el límite donde llega lo que ocultas o callas. 
Seguro que habrá acciones que no tienen perdón para muchos como la infidelidad o la traición.

Para esas pequeñas cuestiones de pareja nunca es mejor callar que mentir.

(Nota: El texto ha sido modificado tomando en cuenta las opiniones que se desprenden de los comentarios de los lectores del sitio)

viernes, 30 de abril de 2010

EL SINDROME "burn out"-(Psic.Samuel Lopez de Victoria)

 EL SÍNDROME "burn out"
(Psic.Samuel Lopez de Victoria)


Tener la cabeza quemada, o el cerebro frito son algunas de las mejores formas de traducir el término “burn out” empleado para definir un tipo muy particular de estrés laboral

Estamos acostumbrados a reconocer el estrés físico que nos provoca el trabajo, estrés relacionado con el cansancio que nos produce cumplir horarios, quedarnos horas extras para ganar unas monedas más o hacer el doble de tareas porque han echado a nuestro compañero de trabajo.

Este estrés esta muy ligado a la fatiga que nos provoca ese aspecto del trabajo que tiene que ver con las obligaciones y la coerción externa

Pero hay otro tipo de estrés laboral, conocido como burn out que hace referencia al desgaste emocional que nos provoca nuestro compromiso interno con el trabajo que asumimos.

La particularidad de este estado es que se juega en el plano de la relación emocional que se plantea con el trabajo y tiene mucho que ver con la forma en que han cambiado las relaciones laborales en los últimos tiempos.

Décadas atrás la gente, en general, trabajaba para ganarse así un sustento.
La relación que primaba entre el trabajador y su trabajo o empleador era la económica, basada en la remuneración.

Actualmente la remuneración económica sigue siendo importante, pero ciertas empresas apuntan a generar con sus empleados un vínculo emocional basado en generar en el mismo un sentimiento de pertenencia a la empresa.
Así los empleados son tratados como parte de una familia o club: se les invita a eventos deportivos, se otorgan premios especiales por logros, se proponen ámbitos distendidos de trabajo cambiando los horarios fijos por cumplimiento de objetivos.

En definitiva se les hace sentir queridos e importantes para la empresa.
Lo que se genera es un vinculo de amor, la gente ya no trabajo sólo por dinero, sino por amor. 
Pero, para ser amado y seguir perteneciendo al lugar de trabajo la empresa no exige ni más ni menos que un compromiso total, una dedicación full time, una disposición absoluta.

Por ello el estrés que genera este vínculo se juega en el nivel emocional y resultado es el síndrome del burn out.
         LOS 3 INDICADORES DEL SÍNDROME 
BURN OUT
Samuel Lopez De Victoria, psicoterapeuta y colaborador de Psychcentral describe muy bien tres indicadores del burn out.

1-Percepción o sensación de inequidad y desvalorización: La persona comienza a sentirse poco valorada en su trabajo. No se trata tanto se sentirse mal pago sino de no sentirse apreciado por los pares o por los jefes, en relación a la importancia que ocupa uno en la empresa o lugar donde se trabaja.


2-Agotamiento emocional: Sensación de estar emocionalmente exhausto. Humor inestable, falta de energía y motivación.


3-Cinismo o paranoia: Comienzas a pensar que todos están en tu contra, que nadie te aprecia, que son todos trepadores, esperando a sacarte el lugar.

Si comienzas a sentir alguno de estos efectos, es buen momento para flexionar cual es tu relación con el trabajo o buscar ayuda en algún profesional

Elaboración del Duelo en la Ruptura de la Relación de Pareja-(Psicólogo Miguel Alexander Mendez Sandoval-Rodrigo Alberto Aragón Daza)

Elaboración del Duelo en la Ruptura de la Relación de Pareja


Los procesos de duelo, de manera general, deben ser asumidos por todo ser humano en algún momento de su vida y hacen referencia a situaciones específicas de dolor donde su centro lo constituye la perdida de algo o alguien que puede ser definido como ser amado

Cuando nos referimos a ser amado no se hace referencia exclusiva a una persona, también puede ser un objeto el cual ha sido revestido de amor por el individuo.

El algo hace referencia a objetos y circunstancias y él alguien a personas, dichas perdidas se pueden determinar como parciales o totales, también como abruptas o esperadas, en las perdidas parciales hablamos de separaciones en donde el objeto se reencuentra en algún momento a futuro y mantiene un vinculo o relación aunque distante con el sujeto realizador del duelo.


En la perdida total se habla de la persona o el objeto el cual pierde cualquier tipo de vinculo con el sujeto realizador del duelo.

Cuando hablamos de la elaboración del duelo o elaboración de la pérdida del ser amado, se pueden determinar dos posibilidades, la primera que hace referencia al duelo realizado por la muerte física del sujeto y la segunda que nos habla de la pérdida de la relación que vincula a dos sujetos sin que exista muerte física de alguno de los mismos. 


Es en esta segunda instancia, al contemplar la pérdida de la relación existente que se dice que ambas partes deben realizar un proceso de duelo, tendiente a la asimilación e interiorización de la situación presente. 

Sin embargo, es de aclarar que tan solo una de las partes sé vera afectada por dicho proceso pues la otra parte es quien ha tomado la decisión de la ruptura, por lo que su decisión ha sido racional y premeditada, razón por la cual no requiere de la elaboración del proceso en mención, por lo tanto podemos decir que es a la otra persona a quien le corresponde asumir el proceso de duelo y deberá afrontar esa situación solo, valiéndose de sus propios recursos.


ESE MOMENTO FRENTE AL ABISMO DE LA RUPTURA



Las relaciones de pareja no duran para toda la vida, debido a muchos factores tales como: la intolerancia, la agresión y el maltrato entre otras.
 Las relaciones se terminan y es en ese momento en el cual las parejas se separan, pero . . .  
¿qué pasa con la persona que queda sola y con el duelo que esta debe asumir.
¿ Por que no ha podido sobreponerse a dicha pérdida?.

Existen diferentes razones por las cuales una relación de pareja se acaba, puede suceder que ninguno de los dos tenga la culpa de la ruptura de la relación, o puede acabar porque uno de los dos lo decidió, o porque ambos lo decidieron así (acuerdo mutuo), o porque uno de los dos encontró otro amor.


En el momento de la ruptura de la relación, el individuo que tiene que asumir el duelo y determinar la culpa del fracaso de la relación, por lo regular desea saber que fue lo que estuvo mal para poder 

hacer algo, corregirlo y recuperar de esta manera a su pareja, pero no todas las veces la pareja esta dispuesta a volver de nuevo a participar de esa relación y es aquí cuando se presenta el duelo por la pérdida de ese ser querido que sin que hubiese muerto, simplemente no desea volver con su pareja, mientras el otro debe enfrentar el que el primero no volverá y por ende la terminación de la relación.


LA SEPARACIÓN


La separación implica un fuerte impacto emocional.
Porque cuando se comparte la vida en todas sus dimensiones con otra persona, se establece un nosotros en el que se compromete en la cotidianidad las necesidades, las expectativas, las ilusiones.

La ruptura de ese equipo, formado por lo general durante años, el cual conlleva una pérdida.

Perdemos al amigo, al compañero con el que teníamos interés y actividades en común; perdemos al amante, al que le entregamos nuestros sentimientos, nuestro cuerpo, nuestro amor; perdemos al socio financiero con el que era más fácil repartir los gastos del diario vivir; perdemos al padre o a la madre de nuestros hijos; perdemos aquel ser con el cual compartíamos las tardes aburridas del domingo . . .
No podemos desconocer que la separación es una alternativa, y a veces la mejor para algunas parejas. 
Para aquellas en donde el maltrato físico y psicológico es cotidiano; para los que tienen una relación extremadamente dependiente o simbólica por mucho tiempo, y se les vuelve un tormento la vida; para los que sufren de algún tipo de adicción a las drogas o al alcohol, en quienes la amargura es una constante, con un profundo padecimiento e impotencia. 


Para estas parejas y para todas aquellas en las que el vinculo se agotó en el amor, en las que el odio, el miedo y la culpa son los principales elementos que los unen, la separación es definitivamente una alternativa y no un fracaso.

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA SEPARACIÓN


1. La Historia Personal,
2. Elección del Compañero,
3. Ideales del Elegido,
4. Necesidades y Expectativas,
5. La Dependencia,
6. La Comunicación (No Escuchar, Interpretar, Utilizar un Doble Vínculo, Crear Agendas Ocultas, Leer la Mente, Si, Pero, Cruzar Quejas, Interrumpir, Hacer Silencio, Vaguedad, Prevención),
7. Relaciones Extraconyugales y Rutina,
8. Violencia y Maltrato,
9. Inmadurez Psicológica,
10. Incompatibilidad de Caracteres,
11. Situación Económica,
12. Alcoholismo y Drogadicción,
13. Sexualidad,

14. Homosexualidad.

EL DOLOR

El dolor es la sensación causada por una lesión o el signo del pasaje por una prueba.
Es un fenómeno mixto que surge en él límite entre el cuerpo y la psique.
Es una sensación local causada por una lesión.
Es la autopercepción que tiene él yo del túmulo interno desencadenado por la pérdida de un ser querido.
Es la reacción a la perdida afectiva de la persona amada, la cual genera angustia como reacción ante la amenaza de una eventual perdida.
"El dolor es un afecto, él último afecto, la última fortaleza defensiva antes de la locura y la muerte".


EL DUELO
"El duelo no es otra cosa que una muy lenta redistribución de la energía psíquica hasta entonces concentrada en una sola representación que era dominante y ajena al yo."
Se conoce por duelo la reacción natural ante la perdida de un ser querido.



Como tal el duelo es una respuesta normal, aunque muchos de sus componentes físicos, psicológicos o sociales no lo sean fuera de este contexto.
La elaboración de una pérdida es un proceso largo, lento y doloroso cuya magnitud dependerá en gran parte de la dimensión de lo perdido y de las características peculiares de cada persona.


LOS LAZOS AFECTIVOS

Para poder comprender el duelo por la ruptura de una relación afectiva, resulta indispensable recordar la importancia emocional que tiene los lazos afectivos para el ser humano.


Varios autores entre ellos. Winnicot, han resaltado la importancia que tiene para la vida afectiva esa primera relación del niño con la madre capaz de recibirlo, de aceptarlo, de responder adecuadamente a sus necesidades de empatía, de ser disponible e incondicional, como requisito para el establecimiento de la capacidad del adulto de amar y poder separarse sanamente con base en una buena autoestima.
La presencia de la madre representa seguridad.
El temor a perderla es el primer y más primitivo terror que un ser humano experimenta, por que amenaza la misma supervivencia.
Precisamente a través de este vínculo afectivo tan poderoso como indispensable aprendemos que podemos ser amados y aprendemos a amar.

CUANDO EL VINCULO SE DESESTABILIZA




*Señales de Alarma y Reacciones Frente a Ellas.
  Si bien en algunos casos, la ruptura puede ser súbita y traumática, al menos para uno de los dos, lo más común es que, previamente a la separación ya planteada como alternativa más sana o más viable, exista un período, más o menos largo según el caso, en que se producen en cada una de las partes percepciones negativas que, por lo alarmantes tienden a ignorarse o a negarse.


*Enfrentando la Realidad.
Para el ser humano quizás la experiencia más dolorosa es la separación definitiva de aquellos a quienes ama.
La vivencia de la separación varia al principio radicalmente, según el grado de participación activa que cada uno de los miembros haya tenido en la decisión, existen dos casos:
1-Uno de los dos integrantes de la pareja toma o impulsa la decisión de la separación y el otro debe
aceptarla pasivamente y adaptarse a ella.
El primero enfrenta la experiencia con una sensación interior de control y el segundo con la de ser despojado y abandonado.

2-En este caso , luego de sopesar en una balanza el traumatismo inherente a la ruptura, frente al traumatismo de continuar la vida juntos, ambos miembros de la pareja llegan al acuerdo bilateral de que la separación es la mejor alternativa.


Cuando el Otro nos Abandona.
Durante los primeros días el sujeto pasivo, el que "sufre", el abandono oscila entre muy intensas y variadas emociones: un dolor agudo con componentes físicos como taquicardia, dolor en el pecho, gastritis, insomnio, una muy vivida necesidad de recordar lo bueno, lo maravilloso perdido, enfrentado a una necesidad defensiva de desvalorizar la relación resaltando lo malo para encontrarle justificación y beneficio a la ruptura. 
Sensación agobiante de abandono, de ingratitud e injusticia.

Existen dos pérdidas, la primera es la pérdida tangible y concreta que es la persona, la segunda es la pérdida intangible que consiste en los sueños, las ilusiones, las expectativas, las promesas repetidas de compañía y de amor incondicional, se pierden partes de seguridad e invulnerabilidad de la relación, de la autoestima que ese amor nutria y protegía, se pierde la confianza, la noción reconfortante del futuro compartido y la sensación reasegurante de un presente con significado pleno, el significado, ese que solo quien se fue le otorgaba, la sensación de completud que repara carencias infantiles y que es en el fondo, quizás el mérito mas importantes de ese vinculo.



Cuando la Decisión de Separarse es Conjunta.

Si ambos miembros de la pareja deciden de común acuerdo separarse, ello en ninguna forma anula el dolor consiguiente.

Además, para cada uno de los dos la relación tiene un significado especial y particular y eso lleva a que la respuesta dolorosa sea asimétrica y asincrónica.


FACTORES QUE INCIDEN EN LA ELABORACION DEL DUELO

Si bien el proceso de elaboración del duelo esta influído por una multitud de circunstancias, se puede agrupar en cinco variables básicas:
1. Los Recursos Internos de Quien Sufre la Separación y sus Experiencias de Pérdida Previa,

2. La Calidad y el Tipo del Vínculo Perdido,

3. Las Características de la Ruptura en Si,

4. El Momento de la Vida en que ella Ocurre para Ambas Personas,

5. La Actitud de la Familia y la Disponibilidad de una Red de Apoyo


FASES DEL DUELO

1-Negación y Aislamiento
2-Ira
3-Depresión,
4-Aceptación.



PASOS PARA LA RESOLUCIÓN DEL DUELO
1- Reconocer,
2- Reaccionar,
3- Recordar,
4-Readaptarse
5- Repararse

(Fuente: " Elaboración del Duelo en la Ruptura de la Relación de Pareja"
Miguel Alexander Mendez Sandoval
mendezma@hotmail.com
Psicólogo
Rodrigo Alberto Aragón Daza
aragonrodrigo@hotmail.com