martes, 12 de enero de 2010

Diez ideas para mejorar tu liderazgo(Leticia Barrios )

Diez ideas para mejorar tu liderazgo

(Leticia Barrios )


"Cuando estuve a cargo del programa de Gerentes en Desarrollo de cierta empresa, también tuve la oportunidad de descubrir pautas que dificultaban a los ejecutivos proyectar todo el poder e influencia de los cuales eran capaces", señala Leticia Barrios. A partir de ello, expone los 10 errores más frecuentes de los líderes y cómo corregirlos.


A continuación te expongo estos errores. Y también describo una breve recomendación sobre cómo corregirlos, aunque en algunos casos la respuesta es evidente.

Es de sabios enmendar el camino. Si actúas al respecto se te abrirán nuevas posibilidades ocultas hasta el momento. Insisto hasta el cansancio: la clave está en actuar y corregir.
  • Error # 1: abuso verbal.

    El abuso verbal se manifiesta de diversas maneras. Usar tonos de voz desaprobadores, sarcásticos o acusadores; hacer comentarios hirientes o críticas destructivas sobre el trabajo o aspecto físico de las personas; ser insensible ante los problemas personales de tu gente; interrumpir lo que dicen o ignorarlos con tu silencio; humillarlos en público o privado.

    Acción: aprende a controlarte. Siempre que emitas un comentario hazlo con una genuina intención positiva y recuerda corregir el mal desempeño de un colaborador en privado.
  • Error # 2: no cumplir lo que prometes.

    He observado este comportamiento en ejecutivos que buscan a toda costa convencer a un colaborador de que haga algo en particular a cambio de un “aumento de sueldo” o para impresionar.

    También incurres en él cuando tienes buenas intenciones pero no depende de ti cumplir el ofrecimiento que estás haciendo.

    Acción: es obvio. No prometas lo que no vas a cumplir. Pierdes tremenda credibilidad cada vez que lo haces y desmotivas muchísimo a tu personal pues aprenderán a no confiar en ti.
  • Error # 3: descargar tu enojo en vez de tener la intención de corregir.

    Sé que las presiones que recaen en ti a veces son grandes. Pero agudizas el problema si en vez de buscar corregir el desempeño del colaborador para que mejore su productividad descargas en él tu coraje por los errores que cometió. Lo pondrás nervioso e incrementará su ineficiencia.

    Acción: siempre mantén una actitud constructiva y nunca corrijas a un colaborador si no estás en el marco mental / emocional para hacerlo. Te verán como a un líder equilibrado y propositivo.
  • Error # 4: nunca felicitar el buen desempeño.

    En innumerables ocasiones he recibido la queja de trabajadores que se sienten poco valorados porque cuando cometen un error inmediatamente se les recrimina, pero cuando hacen bien las cosas pasa desapercibido.

    Acción: siempre haz notar el buen trabajo, no sólo el malo. Serás considerado un líder justo y, en mi experiencia, tus colaboradores serán más receptivos cuando tengas necesidad de corregirlos, pues percibirán que no lo haces por fastidiar.
  • Error # 5: ser incongruente.

    ¿Exiges a tu equipo que llegue temprano a trabajar pero tú sueles llegar tarde? ¿Les pides que se apeguen a los procedimientos de trabajo pero tú continuamente los evades? ¿Organizaste una campaña para mejorar el servicio a los clientes pero rechazas las llamadas de éstos porque siempre lo hacen en el momento “menos oportuno”?

    Acción: muchos ojos están puestos sobre ti y desde el momento que dejaste de ser un colaborador “común” y te convertiste en jefe, también te convertiste en modelo a seguir. Así que alinea todas tus conductas de inmediato aunque te cueste. Generarás mucha credibilidad y confianza así.
  • Error # 6: boicotear el desarrollo de tu equipo.

    ¿Temes perder el puesto porque alguien brille más que tú? ¿Practicas la estrategia de “divide y vencerás”? Los ejecutivos que tienen este tipo de práctica en el fondo no confían en su propia capacidad para salir adelante. Es un problema de inseguridad.

    Acción: concéntrate en dominar todos los conocimientos y habilidades que requiere tu puesto y en desarrollar tus habilidades de liderazgo. Así podrás desarrollar a tu equipo de trabajo pero jamás dejarás de brillar tú también.
  • Error # 7: ser pesimista.

    No hay nada peor que un líder pesimista. ¿Cómo promover la creatividad y la motivación en un equipo de trabajo con esta actitud?

    Acción: disciplínate por ver las circunstancias de manera equilibrada, no sólo lo malo, sino lo bueno. No significa que dejes de ser realista, la realidad, de hecho, está compuesta por dos caras, ¿por qué centrarse sólo en la negativa? z
  • Error # 8: perder de vista el resultado.

    Conozco muchos ejecutivos que se concentran tanto en las tareas que deben realizar todos los días que acaban perdiendo el foco de por qué lo hacen.

    Acción: elabora una lista de las 3, 4 ó 5 tareas que representan tus funciones principales en tu puesto de trabajo y reflexiona: ¿para qué las estoy haciendo? ¿De qué modo impactará en el resultado final que la empresa busca?
  • Error # 9: no conocer las motivaciones de tu equipo de trabajo.

    Si eres de los ejecutivos que se centran mucho en las metas que la empresa te está pidiendo o lo que demanda el mercado pero te olvidas que detrás de ti hay un equipo que tiene necesidades particulares, por lo que estarás perdiendo una gran oportunidad de convertirte en fuerza motivadora para ellos.

    Saber qué es lo que les estimula te permitirá dotarles del “combustible” necesario para mantenerlos siempre animados haciendo el trabajo.

    Acción: reúnete con cada uno de ellos y averigua sus motivadores directamente. Ya había tratado este asunto con anterioridad, puedes leer al respecto en este post.
  • Error # 10: ser demasiado blando.

    Un líder tiene qué proyectar fuerza y exigir siempre resultados. La idea de que te acerques a tu colaborador y conozcas sus motivaciones, necesidades o preocupaciones no es para que te compadezcas de él.

    El objetivo es conseguir elementos que te permitan motivarlo o bien ayudarlo a desarrollar sus bloqueos emocionales para llevarlo a un estándar más alto de desempeño. Nunca pierdas de vista el resultado que se persigue.

    Acción: toda medida en materia de liderazgo y recursos humanos que tomes debe provocar un resultado específico: mayores ventas o productividad, menor tiempo de respuesta del cliente, etc. De modo que siempre establece una forma de medir a cada uno de tus colaboradores.
Reconoce y acepta lo que puedes mejorar.
Ahí empieza el cambio.
Si lo niegas o postergas, nunca llegarás a ser un líder destacado; tu talento es necesario para el mundo, ¿por qué ocultarlo o inhibirlo?




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