LA GUERRA ES UNA FORMA DE PENSAR
("Una nueva tierra- Un despertar al propósito de tu vida" de Eckhart Tolle)
A
nivel colectivo, la idea de que "Tenemos la razón
y los otros están
equivocados" está arraigada profundamente
en particular en aquellas zonas del mundo donde el conflicto entre las
naciones, las razas, las
tribus, las religiones o las ideologías viene desde
tiempo atrás,
es extremo y endémico.
Las dos partes del conflicto están igualmente identificadas con su propio punto de vista, su propio "relato", es decir, identificadas con el pensamiento.
Las dos partes del conflicto están igualmente identificadas con su propio punto de vista, su propio "relato", es decir, identificadas con el pensamiento.
Ambas son igualmente incapaces de ver que puede haber otro
punto de vista,
otra historia de igual validez.
El autor israelita Y. Halevi, habla de la
posibilidad de "acomodar una narrativa
en competencia", pero en muchas partes del mundo la gente todavía
no puede ni quiere hacerlo.
Ambas
partes se creen poseedoras de la verdad.
Las dos se consideran víctimas y ven en la "otra" la encarnación del mal.
Las dos se consideran víctimas y ven en la "otra" la encarnación del mal.
Y como han conceptualizado y deshumanizado a la otra parte al
considerarla enemiga,
pueden
matar e infligir toda clase de violencia recíproca, hasta en
contra de los niños,
sin sentir su humanidad y su sufrimiento.
sin sentir su humanidad y su sufrimiento.
Quedan atrapadas en una espiral demente de acción
y reacción,
castigo y
retaliación.
Es
obvio entonces que el ego, en su aspecto colectivo del "nosotros"
contra "ellos" es todavía más demente
que el "yo", el ego individual, si bien el mecanismo es el mismo.
La
mayor parte de la violencia que los
seres humanos nos hemos infligido a nosotros mismos no ha sido producto de los
delincuentes ni de los locos,
sino de los ciudadanos normales y respetables que están
al servicio del ego colectivo.
Podemos llegar incluso a decir que, en este planeta, "normal" es sinónimo de demente. ¿Cuál es la raíz de esa locura?
La identificación total con el pensamiento y la emoción, es decir, con el ego.
Podemos llegar incluso a decir que, en este planeta, "normal" es sinónimo de demente. ¿Cuál es la raíz de esa locura?
La identificación total con el pensamiento y la emoción, es decir, con el ego.
La
codicia, el egoísmo,
la explotación,
la crueldad y la violencia continúan reinando en
este planeta.
Cuando
no los reconocemos como manifestaciones individuales y colectivas de una
disfunción
de base o de una
enfermedad mental, caemos en el error de personalizarlos. Construimos una
identidad conceptual para un
individuo o un grupo y decimos: "Así es como es. Así
es como son".
Cuando confundimos el ego que percibimos en otros con su identidad, es porque nuestro propio ego utiliza esta percepción errada para fortalecerse considerando que tiene la razón y, por ende, es superior, y reaccionando con indignación, condenación o hasta ira contra el supuesto enemigo.
Cuando confundimos el ego que percibimos en otros con su identidad, es porque nuestro propio ego utiliza esta percepción errada para fortalecerse considerando que tiene la razón y, por ende, es superior, y reaccionando con indignación, condenación o hasta ira contra el supuesto enemigo.
Todo esto es una fuente de satisfacción
enorme para el ego.
Refuerza la sensación de separación
entre nosotros y los demás, cuya "diferencia" se
amplifica hasta tal
punto que ya no es posible sentir la humanidad común
ni la fuente común
de la que emana la Vida
que compartimos
con todos los seres, nuestra divinidad común.
Los
patrones egotistas de los demás contra los cuales reaccionamos con mayor
intensidad y los cuales confundimos
con su identidad, tienden a ser los mismos patrones nuestros pero que somos
incapaces de detectar
o develar en nosotros.
En ese sentido, es mucho lo que podemos aprender de
nuestros enemigos.
¿Qué es lo que hay en ellos que más nos
molesta y nos enoja? ¿Su egoísmo? ¿Su codicia? ¿Su necesidad de tener el poder y el control? ¿Su
deshonestidad, su propensión a la violencia, o cualquier otra cosa?
Todo aquello que resentimos y rechazamos en otra
persona está también en nosotros. Pero no es más que una forma de ego y, como tal, es
completamente impersonal. No tiene nada que ver con la otra persona ni tampoco con lo que somos. Es solamente
si lo confundimos con lo que somos que su observación puede amenazar nuestro sentido del Ser.
TENER LA RAZÓN,
FABRICAR EL ERROR
Cuando nos quejamos, encontramos faltas en
los demás y reaccionamos, el ego fortalece la noción de los linderos y la separación de la cual
depende su existencia.
Pero también se fortalece de otra manera al sentirse superior.
Quizás no sea fácil
reconocer que nos sentimos superiores cuando nos quejamos, por ejemplo, de una congestión de tráfico, de
los políticos, de la "codicia de los ricos" o de "los
desempleados perezosos", o de los colegas o del ex
esposo o la ex esposa.
La razón es la siguiente:
Cuando nos quejamos,la noción implícita es que tenemos la razón mientras que la persona
o la situación motivo de la queja de la reacción está en el error.
Cuando nos quejamos,la noción implícita es que tenemos la razón mientras que la persona
o la situación motivo de la queja de la reacción está en el error.
No hay nada que fortalezca más al ego que
tener la razón. Tener la razón es identificarse con una posición mental, un punto de vista, una opinión, un
juicio o una historia. Claro está que para tener la razón es necesario que alguien más esté en el
error, de tal manera que al ego le encanta fabricar errores para tener razón.
En otras palabras, necesitamos que
otros estén equivocados a fin de sentir fortalecido nuestro ser.
Las quejas y la reactividad, para las
cuales "esto no tendría por qué estar sucediendo", pueden.
Las quejas y la reactividad, para las cuales "esto no tendría por qué estar sucediendo", pueden dar lugar al error no solamente en otras personas sino también en las situaciones.
Cuando tenemos la razón nos ubicamos en una posición imaginada de superioridad moral con respecto a la persona o la situación a la cual
Las quejas y la reactividad, para las cuales "esto no tendría por qué estar sucediendo", pueden dar lugar al error no solamente en otras personas sino también en las situaciones.
Cuando tenemos la razón nos ubicamos en una posición imaginada de superioridad moral con respecto a la persona o la situación a la cual
juzgamos y a la cual encontramos en falta.
Esa sensación de superioridad es la que el ego ansía y la que le sirve para engrandecerse.
Esa sensación de superioridad es la que el ego ansía y la que le sirve para engrandecerse.
LA GUERRA ES UNA FORMA DE PENSAR
En ciertos casos quizás sea necesario
protegerse o proteger a alguien más contra el ataque de otro, pero es preciso tener cuidado de no asumir
una especie de misión para "erradicar el mal", pues podría
convertirse precisamente en aquello contra lo cual
se desea luchar.
La lucha contra la inconciencia puede llevar a la inconciencia misma.
Jamás será posible vencer la inconciencia, el comportamiento egotista disfuncional,mediante el ataque.
Jamás será posible vencer la inconciencia, el comportamiento egotista disfuncional,mediante el ataque.
Aunque lográramos
vencer a nuestro oponente, la inconciencia se habrá alojado en nosotros, o el oponente reaparecerá con
otro disfraz.
Todo aquello contra lo cual luchamos se fortalece y aquello contra lo cual nos resistimos
persiste.
Por estos días oímos con frecuencia la
expresión "guerra contra" esto o aquello, y cada vez que lo oigo, sé
que se trata de una guerra condenada al fracaso.
Hay una guerra contra las drogas, una guerra contra la delincuencia, una guerra contra el terrorismo, una guerra contra el cáncer, una guerra contra la pobreza, y así sucesivamente. Por ejemplo, a pesar de la guerra contra la delincuencia y las drogas, ha habido un aumento considerable de los delitos relacionados con las drogas y de la criminalidad en general en los últimos 25 años.
Hay una guerra contra las drogas, una guerra contra la delincuencia, una guerra contra el terrorismo, una guerra contra el cáncer, una guerra contra la pobreza, y así sucesivamente. Por ejemplo, a pesar de la guerra contra la delincuencia y las drogas, ha habido un aumento considerable de los delitos relacionados con las drogas y de la criminalidad en general en los últimos 25 años.
La guerra contra las enfermedades nos ha dejado, entre otras
cosas, los antibióticos.
En un principio tuvieron un éxito espectacular y, al parecer, habían llegado para ayudarnos a vencer en la guerra contra las enfermedades infecciosas.
Ahora muchos expertos coinciden en que el uso generalizado e indiscriminado de los antibióticos ha creado una bomba de tiempo y que las cepas bacterianas resistentes, las "superbacterias",provocarán sin lugar a duda un resurgimiento de esas enfermedades, posiblemente epidémico.
En un principio tuvieron un éxito espectacular y, al parecer, habían llegado para ayudarnos a vencer en la guerra contra las enfermedades infecciosas.
Ahora muchos expertos coinciden en que el uso generalizado e indiscriminado de los antibióticos ha creado una bomba de tiempo y que las cepas bacterianas resistentes, las "superbacterias",provocarán sin lugar a duda un resurgimiento de esas enfermedades, posiblemente epidémico.
Según la Revista
de la Asociación
Médica Americana, el tratamiento médico es la tercera causa
de muerte después de la enfermedad cardiovascular y el cáncer en los Estados Unidos. La homeopatía y la
medicina china son dos ejemplos de posibles alternativas de tratamiento que no ven a las
enfermedades como el enemigo y, por consiguiente, no crean nuevas enfermedades.
La guerra es una forma de pensar, y
todos los actos derivados de esa mentalidad tienden, o bien a fortalecer al enemigo, la supuesta
maldad o, en caso de ganar la guerra, a crear enemigos nuevos, males nuevos, generalmente iguales o peores
al que fue derrotado.
Hay una conexión profunda entre el estado de la conciencia y la realidad externa.
Cuando caemos en las garras de una forma de pensar como la de la "guerra", nuestras percepciones se tornan extremadamente selectivas y distorsionadas.
En otras palabras,vemos solamente lo que deseamos ver y lo interpretamos equivocadamente.
Es fácil imaginar la clase de actos emanados de un sistema tan demente.
Claro que en lugar de imaginar, basta con ver las noticias de la noche.
Hay una conexión profunda entre el estado de la conciencia y la realidad externa.
Cuando caemos en las garras de una forma de pensar como la de la "guerra", nuestras percepciones se tornan extremadamente selectivas y distorsionadas.
En otras palabras,vemos solamente lo que deseamos ver y lo interpretamos equivocadamente.
Es fácil imaginar la clase de actos emanados de un sistema tan demente.
Claro que en lugar de imaginar, basta con ver las noticias de la noche.
Debemos reconocer al ego por lo que es:
una disfunción colectiva, la demencia de la mente humana.
Cuando logramos reconocerlo por lo que es, ya no lo vemos como la identidad de la otra persona.
Una vez que reconocemos al ego por lo que es, es mucho más fácil no reaccionar contra él.
Cuando logramos reconocerlo por lo que es, ya no lo vemos como la identidad de la otra persona.
Una vez que reconocemos al ego por lo que es, es mucho más fácil no reaccionar contra él.