jueves, 23 de junio de 2011

RELAJACIÓN- Técnicas para la Práctica de la Relajación-Música para Ejercicios "Song #11 Slow down " by Paul Collier

RELAJACIÓN
Técnicas para la práctica de la Relajación


La relajación es una de las fuentes de energía del ser humano. 
Es una técnica de excepcional importancia ensayada  desde hace siglos y especialmente interesante para aliviar la tensión neuromuscular, tranquilizar la mente y las emociones y prevenir el estrés, la psicastenia y un buen número de trastornos psicosomáticos. 
Acertadamente el doctor Behanam indica: "Como un sistema de prácticas para inducir a un alto nivel de relajación, es insuperable". 
Así como se aprende a caminar, caminando, sólo es posible aprender a relajarse, relajándose. Se requiere tenacidad y paciencia, pero los logros que pueden rescatarse son sumamente interesantes. 
La relajación no solamente beneficia el organismo, sino que purifica la mente y facilita la interiorización y el encuentro consigo mismo.
PASOS
1. Seleccione una habitación lo más tranquila posible, en la semipenumbra.
2. Elija una superficie que no resulte excesivamente blanda ni excesivamente dura, por ejemplo, una manta doblada en cuatro, una moqueta o una alfombra.
 




3. Adopte la posición de decúbito supino, es decir, extendido sobre la espalda. Sitúe la cabeza en el punto de mayor comodidad. Las piernas quedan ligeramente separadas y los brazos a ambos lados del cuerpo, con las palmás de las manos hacia arriba.
4. Cierre los ojos, pero sin crear presión sobre los párpados.
 



5. Regule la respiración. Una respiración pausada y nasal, incluso preferiblemente abdominal, es la más conveniente.
 
6. Sienta los pies y las piernas y afloje los músculos de estas zonas. Todos los músculos de los pies y de las piernas se deben ir poniendo flojos, muy flojos, relajados, más y más relajados.
 
7. Tome consciencia a continuación del estómago y del pecho. Afloje todos los músculos del estómago y del pecho. Siéntalos más y más flojos, más y más relajados.

8. Revise la musculatura de la espalda, los brazos y los hombros. Todos los músculos de la espalda, los brazos y los hombros deben irse aflojando más y más, más y más, profundamente.
 
9. Dirija la atención mental al cuello. Sienta cómo todos los músculos del cuello se sumen en un estado de profunda relajación. Todos los músculos del cuello, suaves, sueltos, sin tensión, sin rigidez.
 
10. Revise atentamente las distintas partes del rostro. La mandíbula inferior, ligeramente caída, floja y suelta, abandonada. Los labios, flácidos; las mejillas, blandas; los párpados, relajados, profundamente relajados; la frente y el entrecejo, alisados, sin tensión y sin rigidez.
 
11. Sienta todos los músculos del cuerpo flojos, sueltos, relajados; más y más flojos y sueltos, abandonados.
 
12. Si experimenta tensión en alguna zona del cuerpo, dirija la mente sobre ella y persevere en relajarla tanto como pueda. Todos los músculos del cuerpo deben ir siendo invadidos por una sensación de laxitud y abandono.
 
13. Trate de no distraerse. Continúe profundizando en la relajación.
 
14. Dirija la mente a la función respiratoria. Respire lenta y pausadamente. Cada vez exhale el aire, el cuerpo se relaja más y más, profundamente.
 
15. Durante la relajación profunda pueden, presentarse diversos síntomas (pérdida de la noción del espacio o del tiempo; sentimiento de vacío; sensación de caída; hormigueo, pesadez o liviandad, etcétera), pero no debe dejarse impresionar por ellos, ya que todos son completamente normales.
 
16. Relajado el cuerpo, es cada vez más fácil ir tranquilizando la mente. Puede mantenerla fija en la función respiratoria o en la sensación de relajación; puede continuar revisando el cuerpo y profundizando más y más la relajación o puede aplicar un ejercicio (la noche mental), que consiste en ir oscureciendo la mente tanto como pueda, como si el campo visual interno se volviese una pizarra o un velo negro.



Música para Ejercicios "Song #11 Slow down " by Paul Collier

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